


Un café en Nueva York
Me gusta tomar el café con mucha leche y mucha azúcar. Y los que me conocen bien, saben que un café puede durarme horas. Lo tomo a sorbos pequeños, y con la taza en mis manos me da la sensación que el tiempo se ralentiza. Eso sí, soy incapaz de acabármelo entero. Siempre dejo un poco. No sé…a lo mejor es una tontería, pero para mí el café de primera hora de la mañana es un placer y pienso que no puedes saciarte de los placeres o corres el riesgo de acabar con su esencia. La esencia que lo convierte en un placer.

Colecciono momentos
Hace tiempo que quiero hacer esto.
Hace tiempo que imagino. Pero eso ya lo sabéis los que andáis por aquí de vez en cuando.
Hay mañanas que me despierto con la sensación de que cada día es un comienzo. Y creo que es bueno. Me incita a dejar la puerta abierta a ver si de este modo entran las ideas y con ella un soplo de aire fresco.
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