«Siete años después, sostenía entre mis dedos ese papel, maldiciendo una y otra vez mi suerte. Y aun así, embebiéndome de cada línea.
¿Cómo pude ser tan estúpido y pensar que podríamos vivir con esa mentira?
La rompí en pedazos y arrojé los trozos a la papelera. Ella pronto llegaría y tenía que entender que, a partir de ese instante, haríamos las cosas a mi manera.
Todo había cambiado.
Yo había cambiado…
Y ya nada volvería a ser como era.»
A veces solo es cuestión de cuadrar bien las piezas. En la vida como en la ficción, simplemente hay que poner atención e intentar que las cosas encajen.
Y por fin todo encaja.
Os espero el viernes 17 de febrero a las 19.00 h, en el Hotel Barceló en Cádiz.
La inspiración tiene que pillarte trabajando. Creo que fue Picasso quien lo dijo. Y es muy cierto. La inspiración no es eso que te inunda el cerebro por arte de magia.
De pequeña solía imaginar a los artistas en su rincón de trabajo mirando al infinito y con un montón de flores imaginarias revoleándoles las cabezas. Pero no, no es así como llega. La inspiración es una búsqueda constante. Es eso que aparece cuando crees que ya no puedes devanarte más los sesos. Cuando tienes la espalda contracturada a consecuencia de la tensión y tu silla parece tener clavos en el respaldo. Cuando la presión es tan intensa que empiezas a pensar que quizá te estás equivocando de profesión y en realidad deberías hacer algo más sencillo aunque ello signifique no sentirte tan realizada.
Las ideas, las muy puñeteras, no aparecen por arte de magia. Claro que no. Pero es que nada en la vida aparece así. Ni siquiera el amor. Todo hay que sembrarlo, regarlo, cultivarlo. Sobre todo el amor.
Bien, nunca fui de esas niñas que trepaban los toboganes del revés, patinaban en contra de las manecillas del reloj o saltaban sobre los charcos de agua. Fui una niña ordenada, obediente, dócil, aunque no por eso menos soñadora. Mis padres me enseñaron que las normas estaban para cumplirlas y que la moral era algo que las personas tenían muy cerca del corazón.
Tenía el corazón a punto de perforarme el pecho. Las pulsaciones eran tan aceleradas que temía sufrir un infarto de un momento a otro. Y la garganta… tuve que hacer un esfuerzo enorme para tragar saliva e intentar respirar con normalidad. Y, lo peor de todo, es que yo lo sabía. Sabía que aquello podía pasar. De hecho, yo misma había provocado esa situación. No entendía por qué mi cuerpo estaba reaccionando de esa manera ante la inminente noticia. Hasta ese momento había contado con la posibilidad de que ocurriera, pero la confirmación había sido tan imperiosa que iba a necesitar un desfibrilador para recuperarme del shock.
Volví a mirarlo, no había ninguna duda. Una raya era negativo y dos… ¡Dios mío…! Dos rayas y encima casi fluorescentes… solo podía significar una cosa: que estaba embarazadísima.
La sonrisa de mi padre se agranda en cuanto las puertas de la terminal del aeropuerto de Jerez se abren y me ve. Es un día muy propicio para reencontrarse con familiares y lo cierto es que verle, me causa la misma alegría que a él.
Llevo ya varios años viviendo en Madrid, pero no termino de acostumbrarme. Es reconfortante volver a casa de vez en cuando, aunque solo sea para pasar unos días.
Mi padre me funde en un enorme y cálido abrazo y me da un par de palmaditas en la espalda.
―¿Cómo estás, hijo?
―Bien, papá, muy bien.
Son las siete y veinte de la tarde de un 31 de diciembre. En Cádiz hace frío. El clima de mi ciudad natal es muy distinto al de Madrid. Allí el frío es más seco. De camino al coche percibo que el viento me acaricia el rostro, miro al cielo y las nubes, con un extraño color escarlata, anuncian una cercana tormenta.
Escritora en continua fase de aprendizaje. Apasionada de la lectura, la playa, las carcajadas y el arte en todas sus vertientes.
En 2014 cometí la apasionante locura de lanzarme al mundo literario con Ríndete, Carolina y, desde entonces, ya no puedo parar.
Mi segundo trabajo se titula ¡Estoy en apuros! y mi última publicación ¿Quién eres, Cristina? vio la luz en diciembre de 2016.
Si has llegado hasta aquí, solo deseo una cosa: que te quedes.
Anna A en Relato extra de ¡Estoy en apuros!: “Uichhh esto no se hace!!!! Me encanta , espero que sigas enamorandonos con estas historias. Un abrazo!!!!…” Abr 10, 15:32
Rosario Tey en CONÓCEME: “Muchas gracias, Alicia. No te imaginas lo mucho que te agradezco tus palabras. Un honor que me leas. Te mando…” Mar 13, 09:28
Rosario Tey en Miranda. Capítulo 1: “Vaya! Por ser realista y optimista es por lo que no he podido seguir publicando los capítulos, Mariana. Siento que…” Mar 2, 21:27
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